Este pobre sapo cayó en la telaraña de una araña gigante, quien lo paralizó en segundos inyectándole veneno con su mordedura y lo envolvió en seda para comérselo después. En la naturaleza unos ganan y otros mueren.
Este pobre sapo cayó en la telaraña de una araña gigante, quien lo paralizó en segundos inyectándole veneno con su mordedura y lo envolvió en seda para comérselo después. En la naturaleza unos ganan y otros mueren.