Tercer ojo de los reptiles

Glándula pineal
Imagine un mundo sin la evolución de los mamíferos. ¿Qué clase de criaturas vivirían allí? La existencia improbable y los rasgos inusuales del tuátara, que parece sacado de una leyenda medieval, tejen un relato de lo que podría haber sido.
¿Qué se parece a una cría de dragón, tiene un tercer ojo vestigial y puede vivir más de 100 años? Por supuesto, la tuátara. Puede parecer una iguana arrugada y cabezona, pero no se deje engañar. Su familia, los esfenodontes (del griego "dientes de cuña"), se separó de los escamosos (lagartos y serpientes) hace más de 200 millones de años. La estrategia tuvo éxito en su momento, pero
Ser el único embajador de todo un orden de reptiles es una gran responsabilidad. Durante un tiempo, los científicos pensaron que había dos especies supervivientes de tuátaras, pero un estudio publicado en 2010 indicó que no, que era sólo una. Aunque es triste que el tuátara sea el último de su especie, en realidad es bastante asombroso que este persistente esfenodonte haya conseguido llegar tan lejos. A lo largo de su existencia en Nueva Zelanda, el modesto tuátarra ha vivido un descenso de la temperatura global de 8 °C, glaciación, desarrollo de las montañas y una flora y fauna muy cambiantes. Aunque históricamente se ha calificado al tuátara de "fósil viviente" primitivo debido a su patrimonio taxonómico único, ha
Tercer ojo vestigial humano
Muchos lagartos tienen un ojo parietal, también conocido como tercer ojo u ojo pineal. Este "ojo" es un órgano fotosensorial situado en la parte superior del cráneo, en el centro. Tiene un cristalino, una córnea y una retina bien definidos, y está revestido en su interior por células fotosensibles que se asemejan a los conos de los ojos laterales y contienen el pigmento sensible a la luz vitamina A1. Estas células están conectadas por el nervio parietal al órgano pineal del cerebro, que produce melatonina2, la hormona que controla los patrones de sueño, los ritmos circadianos y los ciclos estacionales como el apareamiento, la migración y la hibernación. El ojo parietal puede ver la luz y se utiliza principalmente para percibir los cambios en la duración del día. Muchos lagartos tienen ojo parietal, aunque está más desarrollado en las tuataras, e incluso ha servido de inspiración para una fábrica de cerveza neozelandesa.
Así pues, las serpientes se unen a la mayoría de mamíferos, aves, tortugas y la mayoría de anfibios5 en haber perdido sus ojos parietales pero conservando un órgano pineal fotosensible en el cerebro que no está directamente expuesto al exterior del cráneo. Sin embargo, una revisión reciente de la función del complejo pineal en los reptiles afirma que la glándula pineal de las serpientes adultas no contiene células similares a los fotorreceptores. En su lugar, las células principales son células del parénquima pineal, que segregan melatonina pero no perciben la luz. No obstante, los experimentos realizados con serpientes langostas han demostrado que la extirpación del órgano pineal de los machos en otoño, antes de la hibernación, altera su ciclo de melatonina y reduce su comportamiento de cortejo cuando emergen en primavera, por lo que el órgano pineal funciona claramente para regular la melatonina y los ciclos anuales en las serpientes.
Dragón barbudo de ojos parietales
Bueno, ¡espera! Antes de que especules con que tu geco leopardo tiene habilidades psíquicas, en realidad estamos hablando de un tercer ojo literal. Así que siento haberte hecho ilusiones en cuanto a que tu leo prediga tu vida amorosa o tu carrera. Pero en el caso de que su leo tenga un tercer ojo, eso también está muy bien, ¿verdad?
Los gecos leopardo no tienen un tercer ojo u ojo parietal. Este órgano se encuentra sobre todo en las especies diurnas, ya que ayuda a la termorregulación y al ritmo circadiano. Los gecos leopardo son lagartos crepusculares, por lo que no tienen este órgano. Pueden termorregularse sin la ayuda del ojo parietal.
¿Por qué los gecos leopardo no tienen un tercer ojo? ¿Pueden realmente sobrevivir y desarrollarse sin este órgano? Todo esto y mucho más se tratará en esta lectura. ¿A qué espera? Siga leyendo.
La respuesta es sencilla: los gecos leopardo son lagartos crepusculares. Esto significa que son principalmente activos durante la noche y hasta altas horas de la madrugada. Los lagartos que tienen el tercer ojo son los diurnos, los que están activos durante el día.
Rana tercer ojo
Para muchos humanos que buscan la iluminación, o una forma superior de ser, el tercer ojo sirve como representación de la cámara interna, o glándula pineal, que tiende un puente entre el plano que habitamos y otros planos desconocidos que existen entre nosotros (McGovern, 2007). En el caso de cierto reptil, sin embargo, las interpretaciones sobre el papel del tercer ojo se basan puramente en la fisiología anatómica. La tuátara (Sphenodon punctatus) es un miembro del orden Rhynchocephalia, y el último de su línea evolutiva. A veces se habla de estos animales como lagartos, aunque no es del todo correcto. Estos organismos son más bien pseudolagartos, ya que desde el punto de vista filético (u organizativo respecto a otros organismos) los tuátaras forman parte de su propio clado independiente y los lagartos tradicionales pertenecen a un orden distinto, Squamata; véase la figura 1.
Los tuátaras se pueden encontrar en 30 pequeñas islas de Nueva Zelanda (Helicon, 2018), sin embargo, se desconocen las tendencias de la población hasta hace poco y se necesitan más investigaciones sobre la abundancia del organismo y evaluaciones de la calidad del hábitat. Estos reptiles pueden vivir hasta 60 años en condiciones adecuadas, 20 años más que el lagarto vivo más longevo conocido, el dragón de Komodo (NZCBI del Smithsonian). Quizá el hecho de tener acceso directo al mundo a través de la glándula pineal o "tercer ojo" tenga algo que ver en el mantenimiento de una vida tan longeva.