Reptiles nativos de chile
Tegu enano
Liolaemus chiliensis (iguana arborícola chilena) es una especie de lagarto de la familia Liolaemidae, también conocido como lagarto llorón o lagarto llorón en inglés. Los sinónimos de esta especie incluyen "Liodeira chilensis" y Calotes chiliensis"[1] Menos comúnmente, se le llama lagartija de garganta lisa de Talcahuano[2].
El nombre específico chiliensis deriva del país de origen de la especie, Chile. Es endémica del centro de Chile y del suroeste de la provincia de Neuquén, Argentina. Este lagarto iguánido habita en arbustos y ramas de bosques abiertos y matorrales ecotonales o estepas de matorral, principalmente en la ecorregión del Matorral Chileno[3].
Muchos estudios filogenéticos previos para L. chiliensis han sido incompletos; un análisis biogeográfico más reciente de 2006 reconstruye el árbol filogenético del género del lagarto y resuelve controversias sobre la subagrupación de especies o subespecies dentro de L. Los autores de este estudio agrupan a L. chiliensis con L. curicensis, L. nitidus, L. robertmensi, L. saxatillis, L. gracilis y L. tandilensis en el grupo robertmensi[4]. [Las fuentes difieren en si se refieren a Liolaemus chiliensis como una sola especie o como un grupo de especies que incluye la mayoría de las especies del género Liolaemus[5] Algunos han distinguido múltiples especies dentro de L. chiliensis debido a diferencias en "la longitud del hocico, la escamación y los colores dorsal y ventral"[6] Gran parte del debate gira en torno a la diferencia entre una subespecie y una especie completa. El género Liolaemus incluye más de 160 especies, y se cree que el grupo de especies chiliensis incluye casi la mitad de las especies del género[7] Se hipotetiza que los lagartos chiliensis se originaron en un área andino-patagónica[4].
Lagarto de lava de Atacama
A diferencia de las aves y los mamíferos, los reptiles no mantienen una temperatura corporal interna constante. Sin pelaje ni plumas que les aíslen, no pueden mantenerse calientes en un día frío, y sin glándulas sudoríparas ni capacidad para jadear, no pueden refrescarse en uno caluroso. En su lugar, se ponen al sol o a la sombra según lo necesiten. En las épocas más frías del año permanecen inactivos. Debido a su metabolismo lento y a su comportamiento de búsqueda del calor, los reptiles son de sangre fría.
La reproducción de los reptiles también depende de la temperatura. Sólo las boas y las pitones tienen crías vivas. Las demás especies ponen los huevos en un nido sencillo y se marchan. Las crías eclosionan días o meses después. La temperatura del suelo es crítica durante este tiempo: Determina cuántas crías serán machos o hembras. Los reptiles jóvenes pueden deslizarse, caminar y nadar a las pocas horas de nacer. Los reptiles aparecen por primera vez en el registro fósil hace 315 millones de años y fueron los animales dominantes durante la era Mesozoica, que duró 270 millones de años hasta la extinción de los dinosaurios.
Culebra chilena de cola larga
Dos nuevas especies de lagartos han sido descubiertas en el altiplano andino del sur de Chile. Recogidos en zonas de pasado heroico, ambos pequeños reptiles llevan el nombre de valientes jefes tribales que en su día lucharon contra los españoles coloniales en la guerra de Arauco. El estudio, realizado por un equipo de científicos chilenos, se publica en la revista de acceso abierto ZooKeys.
Jaime Troncoso-Palacios, de la Universidad de Chile, y su equipo encontraron las dos nuevas especies cerca de un lago en una zona preandina entre vegetación caducifolia. Tras el examen de los especímenes recogidos y el análisis posterior de su ADN mitocondrial, realizado por el Dr. Álvaro A. Elorza de la Universidad Andrés Bello de Chile, los científicos concluyeron que pertenecen a especies desconocidas para la ciencia.
En la historia de la tribu local Lonko, Janequeo fue una destacada jefa, que perdió a su compañero durante la guerra de Arauco, después de que éste fuera capturado y torturado hasta la muerte por los españoles coloniales. Se dice que tuvo un papel destacado en la Batalla del Fuerte Puchunqui. Coincidentemente, la nueva especie fue descubierta en el lugar donde tuvo lugar la guerra, en la Región de la Araucanía.
Chile pescado
La singularidad del bosque invernal valdiviano chileno se debe a varios factores, entre los que destaca su posición en la encrucijada de dos grandes regiones florísticas y faunísticas: las provincias neotropicales y las antiguas provincias gondwánicas.
La influencia de los antiguos vínculos geográficos entre Sudamérica y otras tierras meridionales, como Australia, es evidente en el elevado endemismo vegetal del punto caliente. De las casi 4.000 plantas vasculares que se encuentran en este punto caliente, aproximadamente la mitad son endémicas. Estas cifras representan alrededor de tres cuartas partes de todas las especies de plantas chilenas y endémicas en sólo el 40% de la superficie terrestre. Entre las especies vegetales más destacadas del hotspot se encuentran las araucarias, como la araucaria araucana, y la flor nacional de Chile, el copihue o campanillas de Chile (Lapageria rosea).
Las aves no están muy bien representadas en este hotspot. La diversidad de aves de la región apenas supera las 225 especies. Hay una docena de especies endémicas, incluidas tres especies reproductoras de petrel. El punto caliente también cuenta con dos géneros de aves endémicas monotípicas: Sephanoides, representado por el Correcaminos de Juan Fernández (S. fernandensis), en peligro crítico de extinción -limitado a las islas Juan Fernández- y el Correcaminos de dorso verde (S. sephaniodes); y Sylviorthorhynchus, representado por el Colibrí de Des Murs (S. desmursii), restringido al bosque templado del centro-sur de Chile.