Los reptiles son oviparos o ovoviviparos

Las aves son ovíparas o vivíparas
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Reimpresiones y permisosSobre este artículoCite este artículoRecknagel, H., Elmer, K.R. Differential reproductive investment in co-occurring oviparous and viviparous common lizards (Zootoca vivipara) and implications for life-history trade-offs with viviparity.
Oecologia 190, 85-98 (2019). https://doi.org/10.1007/s00442-019-04398-wDownload citationCompartir este artículoCualquier persona con la que compartas el siguiente enlace podrá leer este contenido:Obtener enlace compartibleLo sentimos, actualmente no hay disponible un enlace compartible para este artículo.Copiar al portapapeles
¿Los reptiles son ovíparos u ovovivíparos?
Los reptiles son ovíparos (ponen huevos), donde el huevo puede ser coriáceo (serpientes, lagartos) o rígido (cocodrilos, tortugas, algunos gecos), vivíparos (dan a luz crías vivas [por ejemplo, los eslizones]) u ovovivíparos (dan a luz crías vivas, pero cuando la mayor parte del sustento fetal se obtiene del huevo en lugar de ...
¿Qué reptil es ovovivíparo?
Serpientes y lagartos ovíparos
La anaconda antenaria es una serpiente ovovivípara que vive en los pantanos del norte de Argentina.
Tortuga ovípara o vivípara
Los reptiles tienen estrategias reproductivas variadas y complejas y, en cautividad, pueden desarrollar una serie de problemas reproductivos, como distintos tipos de distocia y prolapsos de cloaca, hemipenes y oviducto. El veterinario debe conocer la biología reproductiva de las especies de reptiles más comunes para poder predecir posibles problemas, asesorar a los clientes sobre las medidas que deben tomar para evitar complicaciones relacionadas con la reproducción y diagnosticar y tratar eficazmente las distocias y los prolapsos.
El término "grávido" se utiliza en lugar de "preñado" cuando el animal está poniendo huevos. El tamaño de la nidada varía mucho de una especie a otra, y se establece un equilibrio entre el tamaño y la madurez del feto y el número de crías.
Se sabe que en los reptiles se da la partenogénesis, en la que una hembra no apareada produce crías viables. Las hembras también pueden almacenar esperma de una temporada a otra y, por tanto, no tienen que aparearse necesariamente antes de cada puesta para producir crías.
La mayoría de los reptiles tienen una época de cría distinta, que se desencadena por estímulos ambientales como la hibernación, la duración del día, la humedad, la presión barométrica, la disponibilidad de lugares adecuados para anidar, etc. La falta de estímulos ambientales correctos es una de las razones de la distocia en las hembras de reptiles, cuando se inicia el desarrollo de las crías pero se detiene de forma inadecuada en algún momento del ciclo. Los reptiles hembra también necesitan estar en un buen plano nutricional con reservas suficientes de energía y calcio para producir crías viables. Los niveles de calcio en sangre aumentan drásticamente durante la formación de las yemas.1
Ejemplos de reptiles ovíparos
Los reptiles, tal y como se definen comúnmente, son los animales de la clase Reptilia (/rɛpˈtɪliə/ rep-TIL-ee), un grupo parafilético que comprende todos los saurópsidos excepto las aves[1] Los reptiles vivos comprenden tortugas, cocodrilos, escamosos (lagartos y serpientes) y rinocéfalos (tuátaras). En marzo de 2022, la Base de Datos de Reptiles incluía unas 11.700 especies[2]. En el sistema tradicional de clasificación linneana, las aves se consideran una clase separada de los reptiles. Sin embargo, los cocodrilianos están más emparentados con las aves que con otros reptiles vivos, por lo que los sistemas modernos de clasificación cladística incluyen a las aves dentro de Reptilia, redefiniendo el término como un clado. Otras definiciones cladísticas abandonan el término reptil en favor del clado Sauropsida, que se refiere a todos los amniotas más emparentados con los reptiles modernos que con los mamíferos. El estudio de los órdenes tradicionales de reptiles, combinado históricamente con el de los anfibios modernos, se denomina herpetología.
Los primeros proto-reptiles conocidos se originaron hace unos 312 millones de años, durante el periodo Carbonífero, y evolucionaron a partir de tetrápodos reptiliomorfos avanzados que se fueron adaptando cada vez más a la vida en tierra firme. El primer euréptilo ("reptil verdadero") conocido fue Hylonomus, un animal pequeño y superficialmente parecido a un lagarto. Los datos genéticos y fósiles sostienen que los dos linajes más grandes de reptiles, Archosauromorpha (cocodrilos, aves y afines) y Lepidosauromorpha (lagartos y afines), divergieron hacia el final del periodo Pérmico[3]. Además de los reptiles vivos, hay muchos grupos diversos que ahora están extintos, en algunos casos debido a eventos de extinción masiva. En particular, la extinción del Cretácico-Paleógeno acabó con los pterosaurios, los plesiosaurios y todos los dinosaurios no avianos, junto con muchas especies de crocodiliformes y escamosos (por ejemplo, los mosasaurios). Los reptiles modernos no aviares habitan todos los continentes excepto la Antártida.
Los anfibios son ovíparos o vivíparos
Los ovíparos son animales que ponen sus huevos, con poco o ningún otro desarrollo embrionario dentro de la madre. Éste es el método reproductivo de la mayoría de los peces, anfibios, la mayoría de los reptiles y todos los pterosaurios, dinosaurios (incluidas las aves) y monotremas.
Los modos tradicionales de reproducción incluyen la oviparidad, considerada la condición ancestral, en la que tradicionalmente se desovan ovocitos no fecundados u óvulos fecundados, y la viviparidad, que tradicionalmente incluye cualquier mecanismo en el que las crías nacen vivas, o en el que el desarrollo de las crías es apoyado por cualquiera de los progenitores en o sobre cualquier parte de su cuerpo[1].
Sin embargo, el biólogo Thierry Lodé dividió recientemente la categoría tradicional de reproducción ovípara en dos modos que denominó ovuliparidad y oviparidad (verdadera) respectivamente. Lodé distingue ambos modos en función de la relación entre el cigoto (óvulo fecundado) y los progenitores:[1][2].
Tanto en la ovuliparidad como en la oviparidad, salvo en casos especiales, la principal fuente de alimentación del embrión es el material vitelino depositado en el óvulo por el sistema reproductor de la madre (vitelogénesis); las crías que dependen así del vitelo se denominan lecitotróficas, que literalmente significa "que se alimentan de vitelo" (en oposición a matrotróficas).