Cuantos cromosomas tiene un reptil

¿Cuántos cromosomas tienen las serpientes?
El anclaje de la secuencia genómica a los cromosomas del dragón barbudo central (Pogona vitticeps) permite reconstruir los macrocromosomas ancestrales de los escamosos e identificar el contenido de la secuencia del cromosoma Z
El anclaje de la secuencia genómica a los cromosomas del dragón barbudo central (Pogona vitticeps) permite reconstruir los macrocromosomas ancestrales de los escamosos e identificar el contenido de la secuencia del cromosoma Z.
Fig. 1Mapa citogenético de los macrocromosomas del dragón y mapa comparativo dragón-anola. La posición de los clones BAC se indica a la derecha de cada cromosoma dragón. Los BACs mapeados en el mapa citogenético de primera generación [11] se indican con un asterisco. Los cromosomas están codificados por colores según su homología con los cromosomas del pollo. Las líneas entre los cromosomas dragón y anole indican la posición relativa en el cromosoma anole del andamiaje o superandamiaje dragón anclado por cada clon BAC. Los reordenamientos intercromosómicos se indican a la izquierda del cromosoma dragón con el cromosoma anole indicado. Una localización desconocida en el genoma del anole se indica como UnFull size image
¿Tienen cromosomas los reptiles?
Muchas especies -como varias especies de tortugas y lagartos, como la iguana verde- tienen cromosomas sexuales X e Y (de nuevo, como los mamíferos), siendo las hembras "homogaméticas", es decir, con dos cromosomas X idénticos. Los machos, en cambio, son "heterogaméticos", con un cromosoma X y un cromosoma Y.
¿Tienen las serpientes 46 cromosomas?
La gran mayoría de las serpientes tienen un número diploide (2n) de 36 cromosomas, que contienen 16 macrocromosomas y 20 microcromosomas [19,20].
¿Tienen las serpientes cromosomas XY?
La mayoría de las serpientes presentan un sistema de cromosomas sexuales ZZ/ZW, con diferentes estadios de degeneración. Sin embargo, los cromosomas sexuales indiferenciados y los marcadores únicos ligados al sexo Y, sugieren que un sistema XY también ha evolucionado en linajes ancestrales.
¿Cuántos cromosomas tiene una rana?
ResumenLa evolución del huevo amniótico fue una de las grandes innovaciones evolutivas en la historia de la vida, liberando a los vertebrados de una conexión obligatoria con el agua y permitiendo así la conquista de entornos terrestres1. Entre los amniotas, se dispone de secuencias genómicas de mamíferos y aves2,3,4, pero no de reptiles no avianos. Aquí presentamos la secuencia del genoma del lagarto anole verde norteamericano, Anolis carolinensis. Encontramos que los microcromosomas de A. carolinensis son altamente sinténicos con los microcromosomas de los pollos, pero no muestran el alto GC y el bajo contenido de repeticiones que son característicos de los microcromosomas aviares2. Además, los elementos móviles de A. carolinensis son muy jóvenes y diversos, más que en cualquier otro genoma secuenciado de amniotas. El contenido de GC de este genoma de lagarto es también inusual por su homogeneidad, a diferencia del contenido de GC regionalmente variable encontrado en mamíferos y aves5. Describimos y asignamos la secuencia al cromosoma X de A. carolinensis, hasta ahora desconocido. El análisis comparativo de genes muestra que las proteínas del huevo de los amniotas han evolucionado significativamente más rápido que otras proteínas. Una filogenia de anolis resuelve las ramas basales para iluminar la historia de sus repetidas radiaciones adaptativas.
Cromosomas Zz/zw
ResumenLa mayoría de las serpientes presentan un sistema de cromosomas sexuales ZZ/ZW, con diferentes estadios de degeneración. Sin embargo, cromosomas sexuales indiferenciados y marcadores únicos ligados al sexo Y, sugieren que un sistema XY también ha evolucionado en linajes ancestrales. Los mapeos citogenéticos comparativos revelaron que varios genes comparten ascendencia entre los cromosomas X, Y y Z, lo que implica que XY y ZW pueden haber sufrido transiciones durante la evolución de la serpiente. En este estudio, realizamos un análisis citogenético comparativo para identificar homologías de cromosomas sexuales entre serpientes ancestrales (Henophidia) y más recientes (Caenophidia). Nuestro análisis sugiere que, a pesar de ~ 85 myr de evolución independiente, henofidios y caenofidios conservaron la sintenia en gran parte de sus genomas. Sin embargo, nuestros hallazgos nos permitieron descubrir que los linajes ancestrales y recientes de serpientes no comparten el mismo cromosoma sexual y siguieron caminos distintos para la evolución de los cromosomas sexuales.
Figura 3 Comparación mediante CGH entre machos y hembras de Bc (Boa constrictor) que muestra únicamente secuencias compartidas, principalmente en los pares cromosómicos 1, 2, 4 y 7. Los microcromosomas mostraron secuencias débiles en los pares cromosómicos 1, 2, 4 y 7. Los microcromosomas mostraron señales débiles, sin patrón específico de sexo. Se utilizó el software ISIS para la microfotografía y el análisis de las imágenes, Barra = 20 µm.Imagen a tamaño completo
Cromosomas Zw
Aquí utilizamos un ensamblaje del genoma a nivel cromosómico de una serpiente de cascabel de pradera (Crotalus viridis), junto con datos de Hi-C, RNA-seq y resecuenciación del genoma completo, para estudiar características clave de la biología y evolución del genoma
Aquí aprovechamos un ensamblaje a nivel cromosómico del genoma de la serpiente de cascabel de las praderas (Crotalus viridis), ensamblado mediante una combinación de secuenciación de segunda generación y andamiaje Hi-C (Lieberman-Aiden et al. 2009), para estudiar cuestiones clave sobre la biología del genoma de reptiles y serpientes que hasta ahora han sido difíciles de abordar debido a la falta de datos de secuenciación del genoma completo.
Secuenciamos y ensamblamos un genoma de referencia de una serpiente de cascabel de pradera macho (Crotalus viridis viridis) que fue secuenciado con una cobertura física de 1658 veces utilizando múltiples enfoques, incluyendo el método de secuenciación y ensamblaje Dovetail Genomics HiRise
y método de ensamblaje (Putnam et al. 2016) que combina datos de Chicago (Putnam et al. 2016; Rice et al. 2017) y Hi-C (Lieberman-Aiden et al. 2009), obteniendo una longitud final de andamiaje de 1,34 Gbp (Fig. S1 suplementaria; Tablas S1, S2 suplementarias). Nuestra anotación, que incorporó datos de 24 bibliotecas de RNA-seq (Tabla Suplementaria S3), incluyó 17.352 genes codificadores de proteínas y un contenido de elementos repetidos anotado del 39,49% (Tablas Suplementarias S4, S5). Los macrocromosomas se emparejaron con los andamiajes basándose en el tamaño de los andamiajes y en marcadores cromosómicos específicos conocidos (Tabla Suplementaria S6; Matsubara et al. 2006). De seis marcadores cromosómicos de Matsubara et al. (2006) que no correspondían a cromosomas predichos en nuestro ensamblaje de serpiente de cascabel, pudimos corroborar la precisión de nuestro ensamblaje.