Aparato reproductor de los reptiles
Reproducción en reptiles pdf
Un hemipene (plural hemipenes) es uno de los dos órganos intromitentes de los escamosos machos (serpientes, lagartos y lagartos gusano)[1][2][3] Los hemipenes suelen mantenerse invertidos dentro del cuerpo, y se everten para la reproducción mediante tejido eréctil, de forma muy parecida a la del pene humano. Tienen formas muy variadas, según la especie, con ornamentaciones como espinas o ganchos. El homólogo femenino es el hemiclítoris.
El hemipene es el órgano intromitente de los escamosos, el segundo orden de vertebrados con más de 9.000 especies distribuidas por todo el mundo. Se diferencian de los órganos intromitentes de la mayoría de los demás amniotas, como los mamíferos, los arcosaurios y las tortugas, que tienen un único tubérculo genital, ya que los escamosos tienen los genitales emparejados permaneciendo separados[4]. Los hemipenes de los escamosos también se desarrollan a partir de un origen celular diferente, originándose de las mismas células embrionarias que producen las extremidades, mientras que los penes de los mamíferos surgen de las células embrionarias que desarrollan la cola[5].
Continúa el debate sobre el origen evolutivo de los hemipenes y su relación con los órganos intromitentes de otras especies. Sin embargo, la investigación embrionaria y molecular está empezando a arrojar luz sobre el origen del hemipene.
¿Tienen órganos reproductores los reptiles?
Ambos sexos en los reptiles tienen estructuras sexuales especiales que ayudan a la fecundación. Existen dos testículos en los machos y dos ovarios en las hembras, ambos situados dorsomedialmente en la cavidad abdominal. Las hembras también poseen un oviducto derecho e izquierdo sin útero propiamente dicho.
¿Cómo se reproducen los reptiles asexualmente?
Una forma de reproducción asexual llamada partenogénesis se da en varias especies de salamanquesas y otros lagartos. La partenogénesis es una forma de reproducción asexual de las hembras en la que el óvulo crece y se convierte en embrión sin que los machos lo fecunden.
Aparato reproductor de los reptiles macho
Los lagartos macho tienen hemipenes pareados en forma de saco y carecen de tejido eréctil. Se almacenan, invertidos, en la base de la cola y pueden producir protuberancias en la parte ventral proximal de la cola. Sólo se utiliza uno a la vez durante la cópula y no interviene en la micción. Los testículos aumentan de tamaño durante la época de reproducción.
En muchas familias de lagartos se puede observar una hilera de poros femorales en la cara medial del muslo. Algunos creen que la secreción cerosa de restos celulares que se produce tiene un significado territorial y otros que evita que el macho se deslice sobre el vientre de la hembra durante el coito (véase también poro preanal).
Las iguanas macho adultas maduras tienen espinas dorsales más altas que las hembras, así como papada y escamas del opérculo más grandes. La ornamentación elaborada de la cabeza (cuernos, crestas y placas) puede verse en los machos adultos de camaleón, pero no en las hembras. En general, en la mayoría de las especies de lagartos, los machos son más grandes que las hembras o tienen cabezas más grandes, crestas más grandes, colores más vivos o papadas erectables.
Aparato reproductor de los mamíferos
La reproducción en los reptiles es muy diferente a la de los perros y gatos, y la fisiología y el diagnóstico de las enfermedades reproductivas en los reptiles son complejos. Además de la capacidad de algunas especies para poner huevos, el tamaño y la dieta son factores primordiales que pueden influir en la madurez sexual de los reptiles (Mader, 2006). Dado que la mayoría de los reptiles no tienen dimorfismo sexual, la identificación del sexo del paciente es fundamental, pero puede resultar difícil en los pacientes reptiles. En las serpientes, los machos suelen tener la cola más larga; sin embargo, el sexo puede confirmarse mediante una técnica conocida como "palpación", que consiste en introducir una sonda metálica en la cloaca y dirigirla hacia la cola. En los lagartos, los machos suelen tener poros femorales más evidentes y protuberancias hemipeniles en la base de la cola. En los quelonios, los machos suelen tener una cola más larga, la cloaca es más distal y el plastrón suele ser cóncavo. Pueden darse variaciones sexuales específicas de cada especie (Hedley, 2016).
La fisiología reproductiva de los reptiles es extremadamente compleja. El ciclo reproductivo está controlado por variables como las horas de luz, la temperatura, la humedad, el diseño del recinto y la dieta (Rivera, 2013). Los reptiles pueden ser ovíparos (lagartos, salamanquesas, tortugas y serpientes), vivíparos (eslizones) u ovovivíparos (boas y algunos camaleones) (Elliott, 2014). La partenogénesis, o reproducción asexual, también se ha descrito en unas 30 especies de lagartos (Mader, 2006).
Reproducción de los anfibios
Los reptiles, una clase bajo el filo Chordata, son vertebrados tetrápodos que muestran una complicación gradual en las estructuras de los órganos y se asemejan a muchas estructuras presentes en un grupo superior de vertebrados. Del mismo modo, al igual que otros vertebrados, los reptiles también mantienen sexos separados, machos y hembras. Aunque los reptiles son un grupo que muestra una gran variedad, la estructura reproductiva básica de los reptiles es bastante consistente.
La mayoría de los reptiles se reproducen mediante la puesta de huevos. El embrión se nutre de la yema del huevo. Esta forma de reproducción se observa sobre todo en tortugas, iguanas, etc. Otros reptiles también ponen huevos, llamados huevos amnióticos.
Los huevos que ponen los reptiles son huevos amnióticos que han indicado el avance hacia un estilo de vida terrestre. En los huevos amnióticos, la cáscara añade una capa adicional de protección para el embrión en desarrollo. La cáscara es lo suficientemente permeable como para permitir un fácil intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.
Aunque todos los reptiles se reproducen poniendo huevos, es decir, mediante reproducción ovípara, algunas especies de serpientes y lagartos presentan reproducción ovovivípara. Esto significa que, en este caso, las hembras amamantan los huevos internamente y dan a luz a las crías. En estos casos, el recién nacido sale cubierto de líquido amniótico, como ocurre en los mamíferos.